La realidad de las mujeres migrantes es la que más puede ajustarse al concepto de interseccionalidad, es decir, de personas en las que concurren diferentes y simultáneas identidades sociales (mujer, migrante, musulmana, racializada…) y sus respectivos sistemas de opresión, dominación o discriminación. 

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Por ello, resulta importante para nuestra entidad mantener una estrategia que potencie la capacidad de agencia y las herramientas que estas mujeres poseen para garantizar su autonomía frente a estas formas de opresión. 

 

A través de este proyecto incidiremos directa o indirectamente no sólo en las condiciones sociales y posibles discriminaciones de las mujeres migrantes, sino en su integración social, sus derechos fundamentales, su autonomía personal y la gestión de la diversidad. 

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